lunes, 26 de septiembre de 2016

Sing Street

Antes de Sing Street


Que me pongan las críticas en el cartel me hace sentir como Jack Nicholson en Mejor Imposible cuando camina por la calle evitando que le toque nadie. O como Neo esquivando las balas en Matrix. No, me pega más el papel de neurótica obsesiva-compulsiva. Esquivar a la gente por la calle mientras no piso las rayas de los baldosines del suelo. Oh sí, nena, ese es mi rollo.

¿Vosotros habéis leído algo? Yo he tratado de evitarlas para no ir muy condicionada. Aunque por supuesto, lo estoy. No quiero saber nada más pero me da buenas vibraciones. No quiero más adjetivos ni palabras bonitas que la definan sino descubrir por mí misma cómo es. Por que cuando cuentas algo sobre ti, quedas condicionado a tus propias etiquetas.

Después de Sing Street 


''Una de las mejores películas del año''

''Totalmente irresistible''

''Una de esas películas que te hacen sentir bien''

...

Y así podría seguir con todas las frases del cartel, firmándolas si hace falta.
 Cuando se te mete la BSO de una película después de haber visto The Beatles: Eight Days A Week, tiene que ser buena. Y graciosa. Y tierna. Y empática, llena de endorfinas que te hacen sentir de puta madre. La unión de cine y música, cuando se hace bien como en este caso, es absolutamente satisfactoria, te llena de vitalidad y te obliga a hacer las paces con el mundo. Aunque solo sea por un rato.



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