Antes de El Verano de May
Aquí estoy yo. Porque creo en el poder de estar equivocada por los prejuicios que tengo, confío en mi don para fallar al pensar que no me va a gustar y entretenerme un buen rato.
Confío en ti, pequeña torpeza mental.
Porque si no creyera en equivocarme no podría disfrutar de ninguna película.
Después de El Verano de May
Habéis visto El Verano de May.
Sí, hacedme caso, la habéis visto ya. Muchas veces.
Habéis visto los clichés y el sentimentalismo de Hollywood.
Conocéis de sobra la sensación que da una película cuando intenta ser graciosa y no lo es.
Os aburrís con la monotonía del slice of life, deseando que ocurra algo inesperado en el torrente de sucesos predecibles que van pasando.
El Verano de May es déjà vu cinematográfico, un verano infinito y tedioso. Como mi verano.
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