miércoles, 27 de enero de 2016

No es tan poco para los tiempos que corren

Antes de Mr. Kebab

Mi reacción cuando Ronoa me dijo ayer "Vamos a ver Mr. Kebab al Teatro Alfil" fue pensar que clase de espectáculo se escondía detrás de este título tan poco apetecible. En lo poco que leí encontré dos palabras que me hicieron tener esperanzas de ver algo que mereciese la pena, esas dos palabras eran humor absurdo. Siempre he tenido debilidad por éste tipo de humor, desde Monty Python a Faemino y Cansado o los programas "chanantes". Esta debilidad me ha llevado a ver espectáculos que bajo éste paraguas esconden una falta de talento que llega a doler. Sí Ronoa, estoy pensando en ese espectáculo tan gilipollas que vimos hace tiempo. En esas estaba yo cuando llegaron las 22:30, ¿hoy tocaría maravilla o tomadura de pelo?


Después de Mr. Kebab

Y la respuesta es que ni una cosa ni otra. Lo primero que hay que agradecer es la duración del espectáculo, poco más de una hora con dos partes bien definidas. La primera con un guión más cerrado en el que se suceden gags y números "mágicos" con fluidez, que sin ser excepcionales hacen que las risas no desaparezcan de la sala. La segunda parte es más abierta, repasando la primera parte del espectáculo y la participación/reacción del público. Ese público dadaista que confunde paises con ciudades o revienta un número porque se cree más divertido que nadie. En definita, si os gusta éste tipo de humor y no acudís esperando algo memorable, pasareis un buen rato. No es tan poco para los tiempos que corren.

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