Antes de Tenemos que Hablar
Hoy voy a ver Tenemos que Hablar, una comedia romántica española en la que espero que Ernesto Sevilla sea lo suficientemente chanante para olvidarme de este género que duele tanto.Bien.
No, bien, no es la palabra.
Bueno.
Vamos a ello.
Después de Tenemos que Hablar
Qué gracioso es el picueto de Ernesto Sevilla, la peli está cargada de una dosis de humor muy bien llevado (incluso hacia el final que puede resultar incómodo por la parte ''seria'' dentro de una comedia). Es una cinta donde predominan los líos y malentendidos y la mentira piadosa que tantas veces hemos visto, pero no siempre de forma tan tronchante como en Tenemos que Hablar.Y recordad, queridos lectores, que si queréis probar la hipoxifilia, atended a los consejos del personaje de Ernesto Sevilla, experto en la materia, para no hacer un David Carradine.
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