sábado, 31 de diciembre de 2016

Vaiana

Antes de Vaiana


Cuando por problemas de propiedad intelectual, el nombre de Moana está registrado en varios países de Europa, a los señores de Disney no les queda otra que cambiárselo por Vaiana.
Personalmente, me da igual este cambio, yo solo quiero mi dosis de animación chulérrima y tope guay. ¿Qué tendrá la animación que mola tanto?

Después de Vaiana



Y cuando la sala está llena de niños, tú lo flipas más que ninguno, y ya no sabes posar en las fotos como antes, es síntoma inequívoco de que te ha gustado.

Para empezar tenemos un corto de animación para abrir boca, Inner Workings, que concentra humor, originalidad y un buen guión. Recuerda a Inside Out, por aquello del planteamiento de cómo funciona la mecánica interna.

Vaiana deja atrás a las princesitas disney, no necesita de un príncipe desteñido para forjarse su propia historia, está llena de optimismo y energía positiva.
Una de las mayores diferencias que veo entre Disney y Pixar, si bien la animación de Disney en esta película es una delicia y no tiene nada que envidiar a Pixar, es el número de canciones que meten. Para cada conflicto la protagonista tiene que cantar, para dejarnos claro lo que ocurre y cómo solucionarlo, y eso en prosa como que no da el mismo resultado.
Esta diferencia te puede gustar o llegar a resultar un poco pesada, pero lo cierto es que cada canción está cuidada con detalle, mimándola y dando forma para que se te meta en el cerebro.

Qué puedo decir, solo de nada gracias, Disney.




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