viernes, 27 de mayo de 2016

La cosa no termina de funcionar

Antes de Si la cosa funciona

Hoy vamos a ver Si la cosa funciona, reestrenada hace poco en el Teatro Maravillas. Me provoca mucha curiosidad ver como se ha adaptado la película de Woody Allen, me dispongo a pasar una tarde de risas. Y podré ver a Buzz Lightyear en carne y hueso!! 

Después de Si la cosa funciona

Desconfío de los espectáculos a los que el público acude entregado a la causa, y eso ocurre con Si la cosa funciona. La presencia de José Luis Gil, con sus famosos personajes televisivos a las espaldas, condiciona las reacciones de los espectadores desde antes de comenzar la función. El público ansía ver aparecer a Juan Cuesta o Enrique Pastor, y por desgracia aparecen. Cuando ves una obra ambientada en Nueva York, debería chirriarte que los personajes principales te recuerden más a un referente del humor televisivo patrio y a la Ninette de Miguel Mihura que a personajes de Woody Allen.

En la obra permanece la acidez y el pesimismo de Woody Allen, aunque se echa de menos el ritmo perfecto de la película. No se termina de encontrar la capacidad para enlazar escenas y hacer evolucionar a los personajes que domina Allen, a lo cual no ayuda la escenografía única que eso sí se va transformando para adaptarse a diferentes ambientaciones.

Es una obra correcta, más apta para el público de La que se avecina que para el de Woody Allen. Todos tendrán unas cuantas risas aseguradas y sentirán simpatía por los personajes, aunque a ambos les dejará la misma sensación: la cosa no termina de funcionar.

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