miércoles, 9 de marzo de 2016

La Modista

Antes de La Modista
Como siempre, me enfrento a una película de la que tan solo sé de ella título y cartel, por aquello del factor sorpresa e ir con un abanico de posibilidades de lo que puede llegar a ser.

La costurera puede llegar a hilar muy fino una historia amorosa con final feliz, entretejer un melodrama con una dosis de superación personal o incluso arreglarme los bajos. Eso y mucho más puede llegar a ser La Modista en mi cabeza.
Bien, veamos que hilo es La Modista en esta telaraña de opciones.


Después de La Modista
La modista es la batamanta del cine actual. 

 En un nulo intento de hacer una película atractiva y agradable, nos encontramos muchos trajes  bonitos, acción disparatada y personajes extravagantes.Y no, no consigue entretener ni empatizar con Kate Wislet, que es la única que se salva en esta cinta que se hunde inexorablemente.

Absurdamente glamourosa.
Encantadoramente fallida.
Elegantemente mala.

Por otra parte, qué buena la actuación de Liam Hemsworth, eh? Es el Mario Casas de Hollywood, interpretando a un personaje tan profundo y real.

En resumidas cuentas, la Modista no llega a tocar (entre sus muchos tejidos) la fibra sensible sino más bien se aprovecha de unos cuantos efectos y actores conocidos para darnos por el ojal.

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